Puente de la Marmota

Al final hemos salido 5, Mauro, Carlos, Alberto, Joserra y servidor. Aunque Joserra y Carlos que ha tenido un problemilla de última hora llegan un pelín más tarde. Comenzamos la ruta desde Tres Cantos hacia el puente de la Marmota atravesando el aparcamiento de la estación en la que había un par de autobuses de los equipos que estaban corriendo la vuelta. Cruzamos la M-607 y empezamos la bajada hacia el arroyo Tejada que está seco todavía.




En la subida a Valdeleganar Carlos ya empieza a notar que el ritmo que llevamos es alto por lo que empieza a quedarse poco a poco y le esperamos arriba.



Empezamos a bajar y llegamos sin ningún percance abajo a pesar de fallar y meternos por la variante que más grietas tenía. Subimos el repecho, por la parte izquierda los que íbamos bien y recto Carlos que ahora parece que va sobrado, aunque le va a durar poco. Aquí perdemos a Joserra pero rápidamente nos alcanza otra vez. Nos lanzamos en la bajada que está bastante bien con la lluvia del viernes.



Hacemos una parada en el puente para que Carlos coloque un tornillo que ha perdido pero el que le dejamos no es de la medida y continua con el puño a medio sujetar. Cogemos el sendero y al pasar por debajo de un árbol me quedo enganchado con la mochila aunque no llego a caerme del todo. Llegamos arriba y enfilamos la pista.



Pasados unos toboganes ya aburridos nos desviamos hacia la cañada de Matamuñoz, al principio fácil y que se complica según avanzamos. Carlos es el único que hace casi toda la bajada montado aunque falla en el último escalón. Pero ya hemos visto que no es para tanto y la próxima vez toca hacerla montado.



Subimos como podemos, o sea andando, y al llegar a la parte ciclable nos damos cuenta de que nos hemos dejado a Carlos al que le ha dado una bajada de tensión y se ha parado a descansar un ratillo sin decir nada. Después seguimos el sendero hasta la pista sin sustos, al menos yo, el resto no se queja así que imagino que tampoco.



Nos avituallamos un poco y bajamos por la pista hasta el puente del Batán para coger la otra trialera del día, el gr-124. Pero ya lo tenemos tan trillado que me la hago hasta de subida montado entera. El resto con alguna dificultad en algún paso pero casi también.



Una vez en Colmenar y como Carlos dice que él va bien (cuando va solo porque se queda hasta bajando) volvemos por el arroyo Tejada. Subimos la última cuesta antes de llegar al carril bici unos más relajados que otros, pero pensando en las cervezas que nos íbamos a tomar.

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